“Tenía dolor en los dedos, el cual empeoró gradualmente”
Conoce el testimonio de Brigitte >
Este testimonio de paciente refleja exclusivamente opiniones sobre su propia experiencia. Cada caso es único y siempre será necesario consultar a un médico para recibir información y orientación sobre el diagnóstico y el tratamiento de la acromegalia.
“Hubo muchas cosas diferentes que sucedieron y finalmente me llevaron a consultar al médico general”
Conoce el testimonio de Richard >
Este testimonio de paciente refleja exclusivamente opiniones sobre su propia experiencia. Cada caso es único y siempre será necesario consultar a un médico para recibir información y orientación sobre el diagnóstico y el tratamiento de la acromegalia.
“Creo que los cambios en los pies y los dientes son signos precursores muy importantes que permiten el diagnóstico”
Conoce el testimonio de Sandrine >
Este testimonio de paciente refleja exclusivamente opiniones sobre su propia experiencia. Cada caso es único y siempre será necesario consultar a un médico para recibir información y orientación sobre el diagnóstico y el tratamiento de la acromegalia.
Un síntoma es algo que una persona puede sentir o informar a un médico, como tener dolor de cabeza, dolor de articulaciones o sudoración excesiva. Un síntoma suele ser algún malestar que el médico no lo puede confirmar por sí mismo mediante el examen físico.
Un signo es algo que un médico encuentra en el examen físico, como el crecimiento de la mandíbula, una piel inusualmente gruesa o presión arterial alta. Un signo es un hallazgo objetivo o tangible puesto que es identificado por el médico durante el examen físico.
Características de la acromegalia
La acromegalia puede afectar de diferentes maneras. Algunas personas con acromegalia pueden notar cambios físicos a lo largo del tiempo, como anillos que ya no entran en los dedos o guantes que se sienten apretados, o pueden sentir que sus zapatos parecen más pequeños que antes. Algunas personas notarán que los espacios entre sus dientes son más grandes o experimentan un cambio en el aspecto de su cara.
Otras personas pueden experimentar cambios visuales o síntomas inespecíficos, como dolor de articulaciones o cansancio general, dolores de cabeza o sufrir de depresión, lo cual puede afectar a otras condiciones al principio.
En mujeres de 40 años o más los síntomas pueden atribuirse erróneamente al inicio de la menopausia.
Los ronquidos excesivos de los que tu pareja se queja, o no dormir bien, subir de peso gradualmente y sudar excesivamente son otras características de la acromegalia.
A lo largo de muchos años, la forma de la cara puede cambiar si la enfermedad no se detecta y no se trata; pueden aparecer cambios óseos graduales que hacen que la nariz y los arcos de las cejas crezcan, la mandíbula inferior puede sobresalir y los espacios entre los dientes pueden comenzar a ensancharse o los dientes pueden desalinearse. La voz puede volverse grave y más ronca a medida que las cuerdas vocales se hacen más gruesas.
Estos síntomas y signos se desarrollan muy lentamente, a tal grado que ni tú ni las personas a tu alrededor los notan sino hasta después de mucho tiempo.
De hecho, los amigos o la familia que quizá no te hayan visto en mucho tiempo, o un nuevo médico, pueden ser los primeros en notar cambios físicos que sugieren que puedes tener acromegalia.
Comparar tu apariencia actual con una fotografía más antigua puede ayudarte a ver si algún cambio que tengas podría deberse a la acromegalia.
El diagnóstico de acromegalia a menudo se retrasa porque los problemas y los cambios corporales se desarrollan gradualmente y son inespecíficos al principio. Se pueden atribuir erróneamente al proceso de envejecimiento normal.
Como resultado, no es raro que las personas permanezcan sin diagnosticar por varios años, incluso hasta 10-15 años, en algunos casos.
Echa un vistazo a las siguientes preguntas sobre algunos de los síntomas que las personas con acromegalia pueden experimentar y los signos que los médicos pueden identificar.
Piensa en tus propias circunstancias y no temas pedir una segunda opinión, ya que puede haber otros síntomas no mencionados aquí que hayas experimentando, pero cuando los consideras en conjunto podrían apuntar hacia un diagnóstico de acromegalia.
Recuerda que los síntomas y los signos pueden ser discretos o inespecíficos, y tardar varios años en surgir o llegar a ser evidentes. Y es posible que ni siquiera se les reconozca como acromegalia hasta después de que un médico te haya diagnosticado formalmente.
Si respondes afirmativamente a varias de estas preguntas o sospechas que podrías tener acromegalia, entonces valdría la pena analizar tus respuestas con un médico que te pueda referir a un especialista que trate a personas con trastornos endocrinos.
Es importante consultar a un médico si aún no tienes un diagnóstico, ya que la información proporcionada aquí no pretende reemplazar la opinión profesional.
“No hay que tener todos los síntomas para que exista un problema. Mis síntomas inicialmente no me enfermaron”
Maria, Viviendo con acromegalia
En los ultimos años
Descarga una copia de estas preguntas:
Lista de verificación de síntomas y signos de la acromegalia (MS Word)
Lista de verificación de síntomas y signos de la acromegalia (PDF)
Descubre cómo se diagnostica la acromegalia y las pruebas que pueden utilizar los médicos para evaluarla
Diagnóstico y pruebasConoce las diferentes opciones de tratamiento de la acromegalia que incluyen cirugía, medicación y radioterapia, y cuáles son los objetivos del tratamiento.
Tratamiento de la acromegalia