Las personas con acromegalia pueden desarrollar hipertensión y enfermedad cardíaca, en particular obstrucción de las arterias (aterosclerosis) y agrandamiento del músculo cardíaco (miocardiopatía), lo cual a su vez puede causar insuficiencia cardíaca si no se identifican oportunamente y se tratan de manera adecuada.
Estas alteraciones cardíacas a menudo se pueden manejar con un estilo de vida saludable y medicamentos como las que controlan la presión arterial y previenen la retención de líquidos (diuréticos), y los que reducen la grasa (colesterol y/o triglicéridos) en la sangre.
La inflamación persistente del tejido en los conductos nasales y la faringe, causada por el exceso de hormona de crecimiento, puede bloquear la vía aérea superior y provocar ronquido grave. Si además del ronquido también hay interrupciones frecuentes pero breves de la respiración durante el sueño, esto se conoce como apnea del sueño. Por lo general, la persona no se da cuenta por sí misma de esto hasta que su pareja se queja de que no la dejas dormir.
La apnea del sueño es una enfermedad de largo plazo relacionada con otros problemas de salud, como enfermedad cardíaca, por lo que es importante hablar con un médico si tienes problemas para dormir por la noche, al despertar sientes que no has descansado, sientes cansancio todo el día o, incluso, te quedas dormido durante el día.
Perder peso, si es que padeces sobrepeso u obesidad, a menudo puede ayudar a superar la apnea del sueño. Dejar de fumar también puede contribuir, igual que reducir la cantidad del consumo de alcohol. No tomar sedantes ni pastillas para dormir también puede ayudar a mejorar la apnea del sueño.
Las personas con acromegalia pueden desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad en la que el nivel de glucosa (azúcar) en sangre es anormalmente alto de manera persistentes. Este tipo de diabetes generalmente se desarrolla con el tiempo y los síntomas típicos son fatiga, sed excesiva y hambre; pero la diabetes va más allá de los síntomas, ya que si no se lleva un control óptimo de la glucosa en la sangre, se complica con enfermedad cardiovascular, neuropatía y problemas en los riñones, entre otros problemas.
Mantener un peso adecuado para tu edad mediante dieta y ejercicio puede ayudar a controlar la diabetes.
La diabetes suele ser tratada con medicamentos orales y/o insulina, si la dieta y el ejercicio solos no logran controlar el nivel de azúcar en sangre a los límites normales.
La hipófisis está cerca de los nervios ópticos, los cuales permiten la visión. Por lo tanto, cuando hay un tumor en la hipófisis, éste puede crecer y comprimir los nervios ópticos, lo cual puede causar problemas en el campo visual hasta la pérdida de la vista.
Diagnosticar la acromegalia lo antes posible y extirpar el tumor, así como administrar otros tratamientos para la acromegalia, puede ayudar a evitar o reducir la gravedad de esta complicación.
Si experimentas hormigueo o dolor en los dedos, puedes tener el síndrome del túnel del carpo, causado por la retención excesiva de líquidos en el ‘tejido del túnel’ en la muñeca, lo cual ejerce presión sobre el nervio mediano.
El tratamiento para el síndrome del túnel del carpo dependerá de qué tan graves son tus síntomas. Los tratamientos pueden variar desde simplemente descansar las muñecas y usar férulas para apoyarlas, hasta tomar analgésicos y, si no hay mejoría, la cirugía.
Generalmente, el síndrome del túnel del carpo mejora notablemente o desaparece en las personas que han sido tratadas exitosamente para la acromegalia cuando se logra la normalización del nivel de hormona del crecimiento y factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1).
Los dolores en las articulaciones, a las que el médico suele llamarles artralgia o artritis, son comunes en las personas con acromegalia.
No obstante, el mismo proceso del envejecimiento, independientemente de la acromegalia, también afecta y deteriora las articulaciones, por lo que el médico o reumatólogo deberá discernir entre los problemas articulares derivados de la acromegalia y la osteoartritis derivada del envejecimiento.
Hay tratamientos disponibles para ayudar a aliviar las articulaciones que son dolorosas y que tienen problemas de movilidad. Evita la automedicación con analgésicos y antiinflamatorios de libre venta, ya que éstos suelen causar complicaciones con el uso consuetudinario a mediano o largo plazo.
El médico reumatólogo es el profesional de la salud quien te orientará y te indicará qué medicamentos y qué tipo de fisioterapia (ejercicios) podrán ser de utilidad para ti.
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