La hormona del crecimiento y el factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1) se miden en microgramos por litro de sangre (µg/L). El IGF-1 también se puede medir en nanomoles por litro (nmol/L), lo cual es una forma diferente de expresar su concentración.
Es difícil definir cuál es el nivel “normal” de hormona de crecimiento, porque se secreta en ráfagas y no permanece en el torrente sanguíneo por mucho tiempo. Ésta es la razón por la que un nivel de hormona de crecimiento aleatorio no puede usarse como único valor de laboratorio para determinar si una persona tiene acromegalia o no.
La prueba de tolerancia a la glucosa oral es una mejor alternativa puesto que proporciona información acerca de si una persona tiene sobreproducción de hormona del crecimiento en relación al nivel de glucosa circulando en la sangre, lo cual es característico de la acromegalia activa. Es decir, en condiciones normales, sin acromegalia, existe una relación inversa entre la glucosa y la hormona de crecimiento; por ejemplo, en el estado postprandial después de haber ingerido alimento, la glucosa en sangre está elevada, en tanto que la hormona de crecimiento se encontrará a niveles bajos, y esto mismo sucede en diversos momentos del día. Sin embargo, en acromegalia se pierde esta correlación e independientemente del nivel de glucosa, la hormona de crecimiento siempre se encontrará en un nivel anormalmente alto.
Esto se debe a que la secreción normal de hormona de crecimiento por la hipófisis se suprime por la presencia de grandes cantidades de glucosa en el torrente sanguíneo. Hay varios puntos de corte en los que se debe suprimir la hormona de crecimiento durante la prueba. El corte crítico es un nivel de hormona de crecimiento superior a 1 μg/L.
Pídele a tu médico que te explique el resultado de la prueba.
Los niveles de IGF-1 dependen de la edad y el sexo de una persona. Los adolescentes, por ejemplo, tienen niveles más altos de IGF-1, mostrando un pico máximo alrededor de los 13 a 15 años. Los niveles del IGF-1 disminuyen posteriormente y decrecen conforme avanza la edad.
Debes tomar en cuenta que el rango normal de las hormonas pueden variar de un laboratorio a otro. Generalmente el laboratorio indicará el rango normal para cada prueba, según el sexo y la edad del paciente, junto con el resultado real de la prueba del IGF-1.
Uno de los objetivos del tratamiento de la acromegalia es lograr el control bioquímico o la normalización bioquímica.
Consiste en hacer que los niveles de hormona del crecimiento y del IGF-1 disminuyan hasta el rango normal.
El objetivo es lograr que los niveles de hormona de crecimiento sean menores que 1.0 μg/L, pero pueden variar según las directrices internacionales y las prácticas locales.
El IGF-1 se debe disminuir al nivel considerado normal para la edad y el sexo de la persona.
La cantidad de glucosa en sangre se puede monitorear de manera rutinaria en caso de que tengas riesgo de padecer diabetes o se te haya confirmado el diagnóstico de diabetes. La diabetes suele ser una de las comorbilidades o enfermedades comunes que acompañan a la acromegalia.
Existen tres modalidades para medir la glucosa en sangre:
En ella se mide el nivel de glucosa en sangre después de no haber ingerido ni bebido nada excepto agua durante varias horas o durante la noche previa a la prueba.
Los resultados suelen darse en milimoles por litro (mmol/L) o miligramos por decilitro (mg/dL)
Ésta es la misma prueba que se usa para medir la supresión de la hormona de crecimiento. También permitirá saber si tu cuerpo es capaz o no de eliminar la glucosa de la sangre rápidamente.
Tus niveles de glucosa en sangre se verifican de nuevo después de no comer durante unas horas, y se vuelven a medir 2 horas después de tomar una bebida concentrada en glucosa.
La HbA1C, o hemoglobina glucosilada, es un subtipo de la hemoglobina o pigmento rojo de la sangre, formada por la exposición de la hemoglobina a la glucosa en el plasma, un proceso llamado glucosilación.
Esta prueba brinda información sobre la concentración promedio de glucosa en plasma (sangre) durante las últimas 6 a 8 semanas, que es el promedio de vida de los glóbulos rojos.
La HbA1C generalmente se mide en personas que ya tienen diabetes con el fin de monitorear su respuesta a los medicamentos y para prevenir las complicaciones de la diabetes.
Los resultados se pueden indicar en porcentaje o como un valor en milimoles por mol (mmol/mol). Un valor de 6.5% o menos, o menor que 48 mmol/mol, en alguien con diabetes se considera el objetivo del tratamiento antidiabético, según las directrices europeas.
Los resultados de la presión arterial se indican en milímetros de mercurio o mmHg. La presión arterial se indica con dos valores o dos cifras, generalmente escritos, uno arriba del otro, o uno antes que el otro.
El número superior o el primero (<120 en el ejemplo) corresponde a la presión arterial sistólica; es decir, es la presión más alta identificada cuando la sangre es bombeada desde el corazón hacia el torrente sanguíneo.
El número inferior o el segundo (<80 mmHg en el ejemplo) corresponde a la presión arterial diastólica; es decir es la presión que ejerce la sangre mientras circula en las arterias entre un latido y el siguiente.
Para la mayoría de los jóvenes (antes de los 40 años de edad) sin ningún tipo de enfermedad cardiovascular, la presión arterial sistólica debe ser inferior a 120 mmHg y la presión arterial diastólica inferior a 80 mmHg.
La hipertensión arterial, la cual es una comorbilidad comúnmente asociada a la acromegalia, ocurre cuando estos valores de presión arterial se elevan a 140 mmHg o más y 90 mmHg o más, respectivamente.
Para calcular tu índice de masa corporal, o IMC, y determinar de manera general si sufres de sobrepeso u obesidad, el médico o la enfermera utilizarán tu estatura y tu peso.
Sin embargo, debido a los trastornos metabólicos y la redistribución de grasa y músculo en las personas con acromgalia, el IMC puede no ser un indicador confiable para determinar sobrepeso u obesidad o para monitorear los cambios en el peso corporal.
Conoce sobre la acromegalia, las causas, los síntomas y signos de esta enfermedad que tiene una evolución lenta
Aprende sobre la acromegaliaConoce las diferentes opciones de tratamiento de la acromegalia que incluyen cirugía, medicación y radioterapia, y cuáles son los objetivos del tratamiento.
Tratamiento de la acromegaliaConoce las respuestas a preguntas que han sido planteadas frecuentemente por pacientes diagnosticados con acromegalia.
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