Una técnica correcta de inyección puede ayudar a disminuir la probabilidad de reacciones en el sitio de inyección.
Las inyecciones generalmente las aplica un profesional de la salud, a menos que el medicamento pueda ser autoadministrado o administrado por otra persona.
Si es posible la autoadministración y has recibido la capacitación adecuada, antes de cada inyección lee cuidadosamente las instrucciones incluidas en el folleto que acompaña tu medicamento.
Antes de la inyección, usa una bolsa de enfriamiento o de hielo para enfriar el área donde te inyectarás. Sin embargo, asegúrate de utilizar un método de enfriamiento que proteja la piel, ya que el hielo y las temperaturas muy frías pueden dañarla si no se usa con una barrera de algún tipo.
Si un médico o enfermera te administra el medicamento, procura preguntar con anticipación dónde será el sitio de inyección para que puedas prepararte.
Si las inyecciones resultan dolorosas, puedes solicitar a tu médico o enfermera la aplicación de un anestésico local en el área donde te inyectarán.
Los medicamentos inyectables para la acromegalia se deben conservar en refrigeración; sin embargo, aproximadamente 30 minutos antes de ser inyectados se deben extraer del refrigerador o nevera y mantenerlos a temperatura ambiente. Esto disminuirá la posibilidad de dolor durante la inyección.
Nunca uses agua caliente o un horno de microondas para entibiar la medicina.
Cerciórate de que el medicamento se mantenga en su empaque sellado hasta que estés listo para aplicar tu inyección.
Las reacciones secundarias a la inyección se pueden minimizar si el sitio de inyección se alterna con regularidad. Evita inyectarte en un área que ya esté adolorida o endurecida debido a inyecciones previas. Toma en cuenta que el sitio de inyección recomendado variará según el medicamento que te administren, aunque los sitios más comunes suelen ser en el brazo y la parte superior de la nalga.
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