La hipófisis es una glándula endocrina (es decir, una glándula que produce y libera hormonas en la sangre) muy pequeña, no más grande que un chícharo o guisante.
La hipófisis se encuentra en una pequeña estructura ósea llamada silla turca localizada en la base del cráneo, en medio de la cabeza, directamente detrás del puente de la nariz.
A pesar de su tamaño pequeño, la hipófisis desempeña un papel clave en el sistema hormonal o endocrino, controlando la producción y liberación de muchas hormonas diferentes en todo el cuerpo. Estas hormonas están involucradas en tu crecimiento, en tu desarrollo sexual y función reproductiva, metabolismo y respuesta al estrés.
La hipófisis controla la función de la tiroides y las glándulas suprarrenales, con efectos en el metabolismo, los niveles de energía y el equilibrio de la sal y el agua en el cuerpo.
La hormona del crecimiento, también conocida como somatotropina, es producida por la hipófisis a lo largo de la vida.
La hormona del crecimiento se secreta en ráfagas o pulsos cortos, particularmente durante el sueño.
En los niños, la liberación de la hormona del crecimiento es responsable del crecimiento de los huesos. En los adultos también está involucrada en el metabolismo de los músculos, los huesos y el tejido adiposo (grasa).
La mayoría de las acciones de la hormona del crecimiento son ejecutadas o están mediadas por otra hormona importante llamada factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1), producida por el hígado.
La sobreproducción de hormona del crecimiento generalmente es causada por la presencia de un tumor benigno (un adenoma) en la hipófisis. Esto significa que la glándula hipófisis crece en volumen y, por ende, produce más hormona de lo habitual, lo cual lleva al exceso de hormona de crecimiento.
Aunque tener un tumor en la cabeza suena muy preocupante, “benigno” significa no canceroso. Entonces, la acromegalia NO es un tipo de cáncer.
En los adultos, un exceso prolongado de hormona del crecimiento provoca el crecimiento de tejido blando, hueso, músculo y cartílago, principalmente en las manos, los pies, la frente y la mandíbula. También puede causar retención de agua.
Además, los órganos internos también pueden crecer, lo cual puede llevar, por ejemplo, al crecimiento del corazón y, finalmente, a una enfermedad cardíaca si el padecimiento no se identifica y no se trata oportunamente.
Otras posibles consecuencias del exceso de hormona del crecimiento son trastornos metabólicos como la diabetes, problemas en las articulaciones, infertilidad, problemas del sueño (síndrome de apnea del sueño) y síndrome del túnel del carpo.
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Tratamiento de la acromegalia